De repente suena el teléfono, un mensaje de un amigo para devolverle la sorpresa de una tarta espectacular a su pareja, si, era Carlos “el explorador” de la tarta anterior, por lo que manos a la obra, el encargo un poco peculiar, su chico fan total de “la más grande” y yo no dejé pasar la ocasión, para lucirme haciendo algo elegante y sofisticado, a la vez que rico, me dijeron… Un beso chicos.
Estaba rellena de ganache de chocolate blanco y negro y cubierta de nocilla. La cubierta y toda la decoración es de fondant excepto la fotografía que es papel comestible impreso. Todas las enredaderas están realizadas a mano con pincel y tinte rojo pintado directamente sobre el fondant.
Y este es el resultado…
Así es como quedó la rosa, utilicé la perspectiva para que pareciese que la tenía puesta en el pelo.